miércoles, 24 de septiembre de 2008

Crónica Cultural (falta terminar)



U. N. Q. Seminario y Taller de Escritura (Urcola, Juan Pablo )

Crónica 1
Tres bigotes, un teatro y par de aceitunas negras


Mi casa estaba llena de gente. Vecinos, tíos, primos, amigos, la habían invadido. Raquel Santander cumplía 52 años y no estaba sola, la acompañaban todo este enjambre de personas que no paraban de hablar un solo segundo. Cuando nadie se lo esperaba y utilizando mis métodos de escapismo desaparací de la fiesta y tomé un bondi rumbo a Palermo. Pero claro, no era mi mejor día de suerte, el destino quería que estuviera acompañado y que un modo u otro sociabilizara con las muchedumbres. El bondi estaba hasta la coronilla, no cabía ni un alfiler. Entre apretujones, codazos, pataditas piadosas y sonrisitas falsas de :─ ¡Ay disculpe!─ pude llegar al zoológico. Cuando bajé todo se transformó, el cielo gris y tenebroso cambió por completo y se tornó celeste intenso con algunas pinceladas de nubes blancas, el aire contaminado por las más de 40 personas que llevaba el colectivo y que además esta herméticamente sellado pasó a ser puro, limpio y con olor a garrapiñadas de una tarde de domingo en Palermo. No se si es el barrio, el botánico o qué pero cada vez que voy siento el mismo aroma.
Caminando por Sarmiento, encontré el Teatro que lleva ese nombre, el del prócer de las aulas y ya que estaba miré la cartelera y entre las muchas obras que se presentaban me llamo la atención una cuyo título se componía de una de las más célebres profesiones desarrollada por los griegos y una moda un tanto peculiar masculina. La obra se titulaba : “Tres filósofos con bigotes”. Entré para comprar las entradas pero la recepción estaba vacía. Como muchacho de pueblo chico, llamé con un silbido y golpeando las manos para que se dignaran a atenderme y allí apareció María Elena.

* * *

María Elena es una mujer de mediana estatura, tez trigueña y con canas blancas que deja ver entre sus cabellos teñidos de rubio. Porta unos grandes anteojos de vampireza, constituidos con cristales de vidrio de botella y un gran marco dorado terminando en puntas que señalan vaya uno a saber que cosa.
─Buenas tardes, no te vi entrar ─ me dijo asombrada.
─ No esta bien. No hay problemas.
─ Soy Maria Elena, ¿qué necesitas?
─ En realidad vine a comprar entradas para la función del viernes, creo que es la de “Los tres filósofos con bigotes”. ─ contesté.
─ Ah, sí son maravillosos los muchachos, te digo la verdad, de todas es la que más me gusta y no es porque uno de los actores es amigo mío, no. ¿Cuántas entradas querés?
─ Cinco.
─ ¿Cinco? ─ se volvió a sorprender.
─ Si cinco, una es para mí y las otros para unos compañeros que me las encargaron.
─ Grandioso, buenísimo. Son $ 150. ─ mientras me contaba que después de la función habría “unos copetines”, se acomodaba esos anteojos a abeja reina que por su gran peso se les caían a cada rato.
Luego de despedirme amablemente, y de observar un poco el lugar, volví a mi casa. El gentío todavía estaba firme como rulo de estatua, ninguno se había ido. ─ ¿La gente no tiene nada que hacer los domingos? ¡Cuándo llegaría el viernes!

* * *

Pasado el lapso de cinco días, llego por fin el viernes. Un viernes más, lleno de cosas por hacer. No se porqué pero se me junta todo para el viernes. Leer textos, ir a la universidad, limpiar mi casa, lavar la ropa, regar las plantas, ir a jugar al fulbol con los muchachos, revisar los mails y además ¿ir al teatro? Pero bueno, si hacía mucho que no pisaba uno, ir una vez cada dos por tres está bien, por lo menos uno sale de la monotonía de hacer siempre lo mismo.
Era un día primaveral, pero con un poco de viento de más para mi gusto, llegué a la universidad y les conté a todos los que me preguntaban por qué estaba así vestido que se debía a que por la noche tenía entradas para una función de teatro.
─ ¿De teatro? ─ me decían todos.
─ Sí, de teatro ─ les contestaba, como si fuera cosa de otro mundo, che.
A las 19:15 salí de la universidad y tomé el colectivo con destino a Capital Federal. Deseaba llegar temprano para poder ver cual era la movida, haber si era movedita, movedita , movediza o no se movía nada.
Luego de deambular por los pasillos del subte de la línea D y de por fin encontrar el andén correcto, tomé este medio de transporte y llegué a Palermo a las 8:45. A las 8:48 ya estaba en la puerta del Teatro Sarmiento, es que soy de zancos ligeros. Observé que ya había gente esperando, gente de todas las edades, pero no inferior a los 18 años. Parejas, novios, matrimonios, amigos, jóvenes, viejos, viejas, compañeros de facultad, en fin mucha gente que conversaba sin parar vaya uno a saber que cosas. Yo me acerqué a María Elena, que estaba en la ventanilla de entradas, la saludé, aunque la mosca emperatriz no me recordaba y le pregunté si faltaba mucho para que empezara la función.
─ Menos cinco, da comienzo caballero ─ me dijo.
─ Gracias, “extraña dama” ─ le respondí.
Puntuales, abrieron la sala y la gente y yo entramos . Me senté en una butaca no muy lejos de el escenario, pero tampoco muy cerca porque pensé que no iba ser cosa que los actores sean de éstos que hacen participar al público y me hagan hacer cualquier gansada. Los tipos eran tres, claro como el título de la obra lo menciona; estaban tirando flechas al blanco, impactante. La obra ya había empezado, así nomás, antes que todos se ubicaran en sus asientos.
─ El mejor método para tirar una fecha y pegar en el blanco es no pensar ─ proclamaba a viva voz uno de los actores y cerraba los ojos y tiraba una flecha.
─ No ─ replicaba otro ─ lo mejor es usar la razón y dejar que la razón domine la situación.
─ Pero no Eduardo, la razón no te deja pensar, una vez que te dejas invadir por ella te destruye ─ gritaba el tercero.
La primera media hora de la función giró entorno a debatir filosóficamente el mejor método de cómo tirar una flecha y no errar al blanco. Claro, los tres personajes a demás de actores eran filósofos y estaban en su salsa. Una canción interrumpe todo, creo que era la de Leo Dan , la que dice, ….lalalalaaala….. ella estudia filosofía…… lalalara, yaralala, la, … yo en mi casa y ella en el bar, yo en mi casa y ella en el bar… Mientras sonaba el tema, los tres tipos empezaron a dar vueltas alrededor de una mesa, chasqueando los dedos. De
pronto todo paró y quedó en silencio. Se sentaron y las luces menguaron. Uno de ellos, Eduardo, empezó a recitar en latín un fragmento de Sócrates, de Platón .
─ Bastaaaaa ─ gritó Aldredo.
Eduardo guardó el relato en su bolsillo y los tres nuevamente empezaron a tirar al blanco. El debate seguía siendo el mismo, pero el tema en este caso era si la razón era oscura o luminosa.
─ La razón se oculta, es oscura, no irradia luz, se compone de tinieblas ─ tiraba una flecha y anotaba cuantos puntos había hecho.
─ No Leo, porque si la razón es oscura como vos decis, porqué se fundamente en el iluminismo.
─ Tanto vos Alfredo, como vos Leo están equivocados. Sentémonos y debatamos ─ dijo Eduardo.

* * *

Eduardo Osswald, Leonardo Sacco y Alfredo Tzveibel son tres amigos profesores universitarios de Filosofía de la Universidad de Buenos Aires, que tomaron como profesión adjunta la actuación.
─ Es un desafío muy grande ─ me comentaba Leonardo, luego de la función ─ pero cualquier persona que se lo proponga lo puede conseguir. Todos podemos actuar sea cual fuese la profesión a la cual nos dedicamos.
Leonardo es canoso, muy canoso, tiene una barriga prominente y una nariz que llama la atención. Es uno de los tres filósofos con bigotes y uno de los más jóvenes pero con muchas horas de facultad encima. Es el más gracioso de los tres y el que llena de dinamismo la obra, trata de no dejar espacios en blanco y siempre da el pie conductor a todo lo que se dice en la obra, que por cierto el relato teatral es todo improvisado.
─ Como se habrán dado cuenta, la juventud lo ayuda, auque sus pelos no reflejen lo mismo ─ comenta Eduardo durante el copetín.
Eduardo es el más filósofo de todos, su vocación se refleja a todo momento. Flaco, alto y con poco pelo en su cabeza, desarrolla los temas que se hablan durante la obra con una profundidad veraz.
─ Pero el más veterano soy yo, no se si ya se dieron cuenta ─ comenta Alfredo.
Alfredo es el más viejo de los tres, con sus 76 años, es el más querido de entre sus compañeros. Es alto, muy flaco, un poco encorvado y ya no se cuentan pelos en su cabeza a diferencia de sus colegas actores.

* * *

Un nuevo viejo tema interrumpe la función otra vez, no se ni el nombre del tema ni tampoco quien canta, pero es muy pegadiza. Dejan el arco y las flechas a un costado y cada uno se sienta en una silla frente al público. Siguen discutiendo el tema de la razón y su vinculación con la oscuridad. De pronto se apagan todas las luces y la sala queda a oscuras, solo se oye a los tres discutiendo y lo hacen como por cinco minutos
─ La razón es oscura, Alfredo.
─ No Eduardo, es luz.
─ Que no.
─ Que si.
─ Que no te digo.
Un solo foco ilumina a los tres, se callan y Leonardo se para , se pone frente al público bien cerca y dice :
─ Mis padres eran muy apasionados, he aquí una carta que mi padre escribe a mi madre en febrero de 1947. ─ Leo, se pone a leer en voz alta entre risas y carcajadas del público por aquellas palabras tan melosas pero tan ardientes de aquella carta. Se sienta
Se para Eduardo y dice :
─ Mis abuelos eran paraguayos y desde chico en mi casa se escuchaba este tipo de música. ─ se oye por los parlantes Pájaro Cantor tocado con arpas. Eduardo agarra a Alfredo y se ponen a bailar. Luego de unos minutos se sientan y es ahora Alfredo quien dice :
─ Cuando estaba en el primer años de facultad milité en un partido revolucinario de izquierda y en mi primer día como delegado un compañero me envió a una misión que tenía que cumplir sin chistar, la misma consistía en llevar tres granadas molotov en colectivo a el lugar donde se realizaría una marcha del movimiento. Así que puse las
bombas en una bolsa de almacén, me subí al colectivo y fui. En la bolsa llevaba tres granadas molotov, el libro rojo de Mao y el boleto de colectivo. .........






sábado, 20 de septiembre de 2008

¿Qué es una crónica ?(frases)


Crístian Alarcón dice : " La crónica es una versión insospechada de lo real".
Coincido plenamente con él . Partiendo de datos concretos, de testimonios, de entrevistas , nosotros como cronistas podemos tomar todo, transformarlo y construir una crónica que ni sospechábamos. Para esto, creo que una de las claves es pensar a la crónica como un género literario muy dinámico , aún más que la entrevista. Respetando lo verdadero de cada relato, descripción y personajes, podemos además incluir nuestra forma de entender las cosas y el rumbo que queremos reflejar para situar a nuestros lectores en el marco contextual y central de nuestra crónica.

Otras definiciones :
Daniel Riera dice : "Una crónica periodística es un ejercicio de libertad narrativa en función de aquello que reclama la historia que quiero contar".

Emilio Fernández Ciccio dice : "La crónica llena los agujeros de la televisión y la radio. Aporta mirada, sensibilidad y reflexión".

Esteban Schmidt dice : " Ir, mirar, volver y contar. Ir con algo de ganas, mirar sin prejuicio, volver cuando uno siente que ya es suficiente y luego contar esa historia como si fuera a ser la única versión del mundo antes del final de todo".

sábado, 13 de septiembre de 2008

Crónica de principiante


Salgo al pasillo, escribo.
Camino hasta la escalera y bajo, escribo.
Me encuentro con un compañero que hacía mucho que no veía, lo saludo sorprendido, escribo.
Camino un poco, escribo.
Veo mucha gente, escribo.
Noto que todos a mi alrededor me miran y siento que es porque me ven escribiendo en el medio del pasillo, escribo.
Levanto la mirada y veo colgado varios carteles, escribo.
Fijo la vista para leerlos y me entero que las elecciones universitarias son en los últimos días de septiembre, escribo.
Vuelvo por el mismo camino, escribo.
Subo las escaleras y vuelvo por el mismo pasillo, escribo.
Llego a las inmediaciones del aula y me encuentro con varios compañeros del taller, escribo.
Me pongo a conversar , escribo.
La profesora nos llama, entro al aula, me siento y escribo.

Kimonos en el tiempo


Reflexionando sobre el texto del gran periodista Rodolfo Walsh, Kimonos en Tierra Roja, puedo discernir que el tema del tiempo es manejado con una sutiliza que enriquece aún más a todas las descripciones y detalles que se cuentan. Existe un tiempo pasado que permite conocer la vida de los inmigrantes japoneses antes de llegar a nuestra tierra. Existe un tiempo presente que permite conocer la vida de los inmigrantes japoneses en el presente, en el momento en que el relato ha sido contado por su autor. Y existe un tiempo que yo lo definiría como el tiempo de promesas no cumplidas, que se encuentra entre la transición del pasado y el presente. Por otro lado, los festejos por los frutos obtenidos por la cosecha simbolizan lo gratificante que es el saber esperar y comprender que el tiempo transcurrido en esa espera no es en vano. Quizá esto sea lo que no ha sido considerado a tener en cuenta por todos aquellos que se fueron.

martes, 9 de septiembre de 2008

Entrevista a Víctor Santamaría (por J. Pablo Urcola)


Universidad Nacional de Quilmes
Seminario y Taller de escritura

ENTREVISTA
Perfil del entrevistado
Con tan solo 42 años, Víctor Santamaría, es uno de los dirigentes sindicales con mayor proyección política en nuestro país. Está casado, tiene dos hijos y una gran trayectoria como militante en diferentes agrupaciones del Partido Justicialista. En la actualidad, ocupa el cargo de Secretario General en la nueva cede del Sindicato Único de Trabajadores de Edificio de Renta y Horizontal , ubicado en la calle Sarmiento al 2250 de la ciudad de Buenos Aires. Allí brindó esta entrevista. Además, se desempeña como Secretario General del Partido justicialista de la Ciudad de Buenos Aires, también es Secretario General de la Federación FATERHN, y presidente de la Federación 2 de Octubre.

Buenas tardes Víctor. Gracias por brindarme esta entrevista.
Gracias a vos.

¿Cómo fueron tus inicios como militante político?
Bueno, fue con el surgir de la democracia en el 83 aproximadamente. Empecé militando en La Juventud Peronista, en la secundaria. Ahí fui presidente del centro de estudiantes de mi colegio. Luego fui secretario general de la J. P. y allí empecé verdaderamente mi militancia política y mi pasión por la política. Creo que fue durante ese cargo donde tuve en claro que la política era mi vocación y mi vida. También milité en la P. D. A. y entre 1984 y 1985 me incorporé a la actividad gremial en la agrupación “2 de Octubre” de éste sindicato, SUTERH, del cual hoy soy su máxima autoridad.

Durante tu largo recorrido profesional ¿ qué cosas de la política no te gustan?, ¿cuáles son esas cosas?
Muchísimas son las cosas de la política que no me gustan, en realidad muchísimas. Lo que más me produce impotencia como político es la impotencia, valga la redundancia, de no poder cambiar las cosas. Creo que en distintos momentos de la historia, digamos desde el ´83 hasta hoy, en estos casi 26 años de democracia hemos tenido muchos retrocesos en la calidad institucional, con la posibilidad de poder cambiar la realidad a favor de la gente, pero que no ha sido así. Eso sí, siempre rescatando la importancia de la democracia que considero no ha sido bien usada. Creo que hemos tenido un proceso institucional en el cual no se pudo terminar con las injusticias que hoy atraviesa nuestra sociedad. Esto creo, es el hecho más importante, aunque después, en distintas etapas hubo muchos. Yo considero que lo peor de la política,
si lo analizamos en etapas, diría que lo peor del gobierno de Alfonsín fue la dificultad de no poder terminar esa lucha que se había empezado con la dictadura militar y el clientelismo político. De parte de los 10 años del menemismo, fue la importancia de no poder hacerse entender en un país que se había empezado a construir y que era un nuevo proyecto de nación. Creo que a partir del 25 de mayo de 2003, se pudo recuperar el valor de la política y de ahí en más se empieza nuevamente a plantar la política como eje central de discusión en nuestro país, en la Argentina.

Es de público conocimiento que ocupa un cargo de gran peso en uno de los sindicatos más fuertes del país, con muchos afiliados. Por otra parte en las últimas elecciones de 2007, se postuló como senador suplente y fue diputado por la Ciudad de Buenos Aires en varias oportunidades. Inevitablemente todo esto lo pone en una situación de influencia : ¿Se siente un hombre influyente? ¿Cómo se lleva con el poder?
Me llevo desde el punto de vista que soy secretario general de éste sindicato y tengo bien claro el objetivo que represento, que es velar por los trabajadores de edificio entonces, desde allí, es mi relación con el poder. Creo que en todo este tiempo siempre nos hemos sentado con todos aquellos que tengan un cargo o estén en el poder, sean del partido que representen, pero siempre con ese claro objetivo de sumar cada vez más beneficios para todos los trabajadores que nuclea este sindicato. Mi relación con el poder siempre fue favorable, por supuesto que ahora me siento mucho más cómodo, con este gobierno y el anterior porque la afinidad hacia los trabajadores es mucho mayor y en este sentido esto representa el nuevo proyecto de país que se viene construyendo desde el 2003.

En la sociedad argentina, la imagen de la dirigencia sindical se ha ido deteriorando con los años, ¿Cómo se siente cuando escucha esto?, ¿Qué opinión tiene al respecto?
Me siento mal. Comparto un poco lo que la gente directa o indirectamente piensa. Creo que no solamente con la dirigencia sindical sino con toda la dirigencia. Me duele mucho más la dirigencia sindical, pero me parece que hoy en día existe una fuerte crítica de parte de la gente hacia todos aquellos que ocupan un cargo de autoridad. Si uno analiza la dirigencia eclesiástica, la dirigencia empresarial, la dirigencia militar, la dirigencia política y hasta, la dirigencia social, en todas se presentan críticas por parte de la sociedad. Esas fuertes críticas, creo yo, es producto de que justamente, la democracia que era el factor por el cual uno podía o puede solucionar los temas de la gente y planear una sociedad que tenga movilidad social ascendente, eso no sucedió y eso la gente se lo atribuye a la dirigencia.

Mencionaste en tu respuesta anterior “proyecto de país” . ¿Cuál sería tu proyecto de país? ¿Qué cosa faltan todavía cambiar?

Falta mucho todavía. Desde el 24 de marzo de 1976, se destruyó por completo un proyecto de país, la idea de proyecto de país cayó al fondo del mar. A partir del 2003, se vuelve a encaminar un proyecto de
nación, un proyecto de país. Es desde allí donde se empieza a construir los cimientos nuevamente, con un plan de acumulación de riquezas en beneficio del mundo del trabajo y que los trabajadores vuelvan a tener un peso concreto y una realidad. Es muy largo discutir este tema de proyecto de país, pero lo más fundamental es que contemple y se forme entorno a dos ejes principales que tiene que ver con el trabajo y tiene que ser la producción nacional la que se fortalezca en base al trabajo.

Se que es co-autor y autor de varios libros, publicaciones sobre temas referidos al sindicalismo, a la sociedad y también sobre temas referidos al medio ambiente. ¿Por qué escribe? ¿Lo siente como una necesidad o como un jobbie?
En realidad lo hago justamente porque creo que es importante diferenciar un proyecto de país de un proyecto de nación. En cada uno de mis libros, se ve marcado lo que yo pienso como planes de proyecto de país que se relacionan con otros proyectos a nivel regional y mundial. El primer libro que publiqué, junto a Catalina Panduso, el tema principal fue la posibilidad de transformar las obras sociales con una visión que hasta ese momento resultaba bastante controversial desde el punto de vista sindical. Era la posibilidad de la participación directa de los trabajadores, los delegados y la familia como partícipes en la construcción de un sindicato, incluyendo los planes de salud que hasta ese momento hacía mucho ruido. Sobre el tema del medio ambiente y la ecología, siempre me gustó concretar mis ideas y por eso las publique. Yo siempres sentí que nuestra actividad, de los trabajadores de edificio y el tema del cuidado medio ambiente iban emparentados y de la mano. El cuidado del agua, la manipulación de la basura, el ahorro de la energía eléctrica coinciden con algunas tantas de las cosas que los encargados de edificio usan y hacen todos los días. También tiene que ver con qué y de qué manera uno se plantea empezar a reeducar con el ejemplo a la sociedad que nos rodea y de la cual formamos parte. A su vez desde el sindicato siempre formamos y llevamos a cabo actividades y jornadas de información sobre el medio ambiente las cuales son destinadas no sólo para todos los afiliados al gremio, sino también a escuelas porteñas y para todos los hijos de los trabajadores del sindicato.

Luego de contarme todas las cosas que hace, los cargos que ocupa, que seguramente le demandará mucho tiempo, ¿Qué lugar ocupa para Ud. la familia?
Primordial. Fundamenta. ─ se le llenan los ojos de lágrimas, se emociona ─ El número uno.─ fija los ojos en un gran portarretrato que se encuentra arriba de su escritorio ─ Hoy creo que más que le trabajo, es el eje de mi vida, es mi fortaleza de todos los días, es mi todo.



Desde el sindicato, ¿hay algún proyecto de ley referido a los trabajadores en el cual se está trabajando?

Si. Estamos trabajando en un proyecto de ley con varios senadores y diputados que tiene que ver con que cuando se despide a un trabajador de edificio no solo queda sin trabajo sino también se lo desaloja, queda sin vivienda, para un encargado de edificio su vivienda es su más imprescindible herramienta de trabajo. Por ese motivo estamos concretando una ley para que esto se modifique y que por más que se lo despida no pierda la vivienda, en principio por un lapso de dos años luego de haber recibido el telegrama de despido.

Por último, ¿Cuáles son sus aspiraciones políticas? ¿Hasta dónde le gustaría llegar?
Yo la verdad estoy en una etapa de mi vida en que, desde lo personal, me siento muy equilibrado y muy tranquilo. Hoy por hoy el eje de mi vida es la familia. Por ahí en otro momento te hubiera dicho el trabajo o la militancia política. Yo creo sinceramente en eso que te digo, ahora tampoco voy a negar que si el día de mañana se presenta la posibilidad de ocupar un lugar no lo voy a desaprovechar, ni negar que tengo esas aspiraciones. Pero siempre lo haré acompañado desde el campo del trabajo y la participación. Por ahora me siento muy cómodo en la tarea de ser secretario general de este sindicato, el cual me enorgullece mucho y en el cual uno ve cosas que se van concretando con éxito. Creo que si existen frustraciones de la política, uno en el sindicato no las vive si tiene la voluntad de realizarlas, pero por supuesto, si el día de mañana están las circunstancias dadas para ocupar un lugar, gustoso lo voy hacer, aunque lo pensaría mucho y lo decidiría con mi familia.

Muchas gracias.
Por nada.

domingo, 7 de septiembre de 2008

Editar una "entre - vista"


Muchas son las maneras de editar una entrevista. Lo dificil es decidirce por una, pero ya tengo "entre - vista" una y creo quedará muy bien. Yo voy a suponer que la entrevista que le realicé al Dirigente Sindical, Víctor Santamaría, va a ser publicada en una de esas revistas dominicales que acompañan a los diarios más leidos del país. Por lo tanto considero necesario empezar el formato de la misma con un brebe comentario sobre el perfil de mi entrevistado. El que lo conoce, repasa los datos; el que no lo conoce se entera un poco de la figura que ha sido entrevistada y que va a leer a continuación. A este relato lo acompañaré con una foto del entrevistado. Luego, directamente empezaré con las preguntas que pondré en "negrita" y las respuestas las pondré entre guíon de diálogo y en "cursiva". Mis comentarios los haré en letra normal. Por lo demás trataré de poner la realidad de cada respuesta con el grado de verdedad que lo expresó el entrevistado . Cuando el producto esté terminado, lo publicaré en este blog para que todos lo puedan disfrutar.

viernes, 5 de septiembre de 2008

Experiencias de una entrevista "express"


Ya les conté que el 26 de agosto a las 19:30 realicé la entrevista a un consagrado dirigente. Pero hoy me gustaría contarles sobre la experiencia de haber realizado esta entrevista. La titulé "express" por que así fue. No me refiero al tiempo que me prestó el dirigente, sino a la confirmación del encuentro. Sin suponer que me llamaría a mi celular, a las 8:45 del martes 26, recibí la confirmación de que el político me confirmaba la entrevista para las 19:30 de ese mismo día. Fue uno de los motivos por qué falté a clases. El llamado me tomó por sorpresa, no tenía armadas todas las preguntas y por eso rápidamente acudí de lleno a sacar la mayor cantidad de consejos que el texto de Ulibarri y el de Arfuch nos brindan. Los más importantes fueron : realizar preguntas simples, claras y concretas, tener el manejo de la entrevista siempre en mis manos, preguntar lo que yo quería saber y no lo que el entrevistado quería contestar, averiguar e investigar (que eso si ya lo había hecho con anterioridad) sobre quién y cómo era el entrevistado y cual era su entorno de trabajo, su trayectoria y cargos actuales. En fin, todo esto me sirvió muchísimo y de verdad puedo considerar que todo salió muy bien. Un cosa más, como les conté en otra entrada, los detalles del lugar, en este caso los de la oficina del funcionario, me permitieron deducir, a modos de indicios, qué otras preguntas podría hacerle y con qué otros temas podía relacionarlas. Realmente me gustó mucho la experiencia.

miércoles, 3 de septiembre de 2008

El taller de la Escritura


Durante este corto pero muy intenso primer mes en el taller de escritura, muchas fueron las dudas que se vieron saldadas sobre còmo empezar a escribir. Por lo general yo siempre seguìa un modo de escritura armoñoso y en donde cada idea trataba de que cierre. Pero en este taller, la idea por ahora, es que no sea tan asì: "... no escriban un ensayo..." dijo la profesora en la ùtima clase, "... el ensayo dèjenlo para cuando lleguemos al mòdulo de ensayo". Creo que debo trabajar para eso y plantearme la escritura de modo mucho màs libre, sin buscarle la vuelta a todo, jugar màs con frases sueltas y comentarios cortos. Espero lograrlo.

lunes, 1 de septiembre de 2008

La entrvista, el entrevistado y el entrevistador


El martes 26 de agosto pasado, realicé una entrevista a un dirigente político muy reconocido en la Ciudad de Buenos Aires. Eran las 19:30 y yo ya estaba en el lugar en que habíamos acordado muy nervioso por cierto.Las personas que me brindaron paso por aquel gran edificio y que me ayudaron a encontrar la oficina de este sujeto fueron muy cordiales, simpáticas y amables, a tal punto que empecé a desconfiear un poco. El sujeto se hizo presente a las 19:45. Vestía un traje y corbata a tono, con zapatos en composé. Se acercó a una señorita muy atractiva que figuraba ser su secretaria, le murmuró vaya uno a saber que cosa y me sañaló con su dedo índice portando una sonrrisa que dejaba entrever sus dientes un poco amarillentos, quizá, supongo por el tabaco. A paso firme se me acercó; volvió a sonrreir y se presentó. Yo también hice lo mío. Puse la sonrrisa mas grande que tenía en ese momento , extendí la mano derecha y la entrelacé con la suya apretando firme y bien fuerte. Mi corazón empezó a latir como si fuera un tambor ritual de alguna tribu amazónica, el sudor de mi frente se hizo más intenso y mis pensamientos tuvieron un pico de estrés que cada media milésima de segundo bombardiaban mi mente con la frase : "qué hago aca". Un llamado a su celular calmaron un poco las cosas y mientras que lo atendía jactándose de que estaba en medio de una entrevista (que en realidad todavía no había empezado) me invitó a pasar a su despacho al cual acudí acompañado por aquella despampanante señorita que mensioné anterirmente. Allí me quedé solo unos cuantos minutos, yo diría unos seis, mientras repasaba, ya sentado, las preguntas que había preparado. De pronto , sin pensarlo, empecé a mirar todo lo que allí había : cuadros, fotos, revistas, placas de acrílico y bronce, libros, mensiones, banderines. Muchas de estas cosas que allí se encontraban hicieron que pueda formulas algunas preguntas que no tenía. Una puerta lateral se abre con fuerza, mi entrevistado aparece, sigue hablando por celular y me hace una seña que lo espere un minuto (esa, la de un dedo en vertical por debajo de una mano en horizontal); muevo la cabeza como diciendo "no hay problema". Corta , me pide disculpa y empezamos a hablar. (Continuará)

"Espejos Negros"


Dificil es pensar como esas personas podían encontra en un par de espejos negros algo que muchas veces nos cuesta tanto conseguir; algo que indudablemente tiene gran importancia para cualquier persona que vive sujeta a su oficio y vocación .
La distracción es esencial cuando uno busca reorganizar las cosas y recuperar fuerzas para seguir adelante con su proyecto. Gracias a ella , el continuar en pos de una meta se torna mas liviano y ligero.
Cada uno tiene lo suyo, algunos necesitan más otros menos pero todos la necesitan. Creo que pasa lo mismo con los hombres y las mujeres que toman la decición de ser escritores y sobre todo con aquellos que dejan en cada palabra , en cada frase, en cada párrafo , en cada capítulo algo de sí. Un escritor necesita la distracción como un motor necesita del combustible para poder arrancar. Un escritor necesita dispersar su mente para reorganizar sus ideas y renovar su creatividad.
A pesar de todas estas necesidades, me resulta abrumador afirmar que la mayor necesidad de un escritor cuando por el momento no se encuentre escribiendo es la lectura despavorida de diversos textos literarios que no sean de su autoría, aunque esto no es ninguna exepción . La lectura para un escritor es la distracción más constructiva, desafiente, apasible y fortalecedora de la que jamás deben alejarse. La lectura es la esencia de la escritura, su musa, su inspiración y su marco de referencia para que luego la creatividad y los detalles narrativos completen la consistencia de un escrito. Así como plantean los antopólogos, que no existe un pueblo en el mundo sin poseer un tipo de lenguaje, así debemos afirmar también que no existe en el mundo un buen escritor sin ser también un gran lector. ¿ Uds., qué piensan?